Una encuesta de intención de voto recoge lo que el elector declara que piensa hacer. En cambio, en el simulacro de votación se procura representar lo que va a ocurrir cuando el votante se encuentre solo con su cédula frente al ánfora secreta el día de la votación. Ipsos APOYO Opinión y Mercado ha efectuado esta semana 12 simulacros de votación en paralelo con otras tantas encuestas y las diferencias que ha encontrado son muy significativas. Tentativamente, podríamos decir que estas diferencias se deben a la distorsión que generan tres tipos de electores, que podríamos llamar los vergonzosos, los confundidos y los indiferentes.
Descargar