Sólo 1 de cada 5 entrevistados ve el Coronavirus controlado
Una encuesta realizada por Ipsos en 8 países muestra que existe un fuerte apoyo a las acciones que incluyen prohibiciones de viaje y cuarentenas para controlar el virus.
La mayoría de los ciudadanos de ocho grandes países dicen que el coronavirus representa una amenaza alta o muy alta para el mundo, y 1 de cada 3 dice que el virus es una amenaza moderada para el mundo.
El 66% de los habitantes de Japón, Australia (61%) y Estados Unidos (55%) están preocupados por la amenaza del brote en el mundo. Canadá (42%), Rusia (42%), Reino Unido (43%) y Alemania (47%) presentan niveles ligeramente más bajos de amenaza alta o muy alta.
Estos son algunos de los hallazgos de una encuesta online de Ipsos realizada entre el 7 y el 9 de febrero de 2020 entre 8.001 adultos de 16 a 74 años de edad en Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, Reino Unido y Rusia.
En general, sólo una de cada cinco personas (19%) está de acuerdo en que el brote de coronavirus ha sido controlado y pronto terminará, mientras que más del doble está en desacuerdo (46%). Las personas del Reino Unido (55%), Canadá (51%), Australia (50%) y Japón (49%) son las que más discrepan sobre que el brote haya sido contenido. Uno de cada tres rusos cree que el brote de coronavirus ha sido controlado (33%).
Además, más de cuatro de cada cinco personas (86%) de esos ocho países dicen haber visto, oído o leído mucho o bastante sobre el brote.
En conjunto, estos datos muestran que la mayoría de las personas están siguiendo de cerca el brote de coronavirus y también están preocupados porque la epidemia de salud siga empeorando antes de mejorar.
Por otro lado, existe un amplio apoyo a las acciones activadas para controlar el virus. Cuatro de cada cinco (85%) personas apoyan la prueba obligatoria de los que viajan desde los países infectados, y hay un nivel similar de apoyo a la cuarentena obligatoria de los que podrían tener la infección. Dos tercios (66%) de las personas están de acuerdo en que el gobierno debería prohibir los viajes hacia y desde los países afectados, y que las compañías aéreas de su país deberían restringir sus vuelos a China.
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