Cuatro de cada diez españoles gastará menos en irse de vacaciones para hacer frente a la inflación
España, entre los países donde más se reducirá el gasto en vacaciones como medida de ahorro ante la inflación. El 57% de la población afirma tener dificultades o “ir justo” económicamente hablando. En este contexto, 6 de cada 10 personas temen no poder seguir comprando los mismos productos que hasta ahora y pagar las facturas del gas y electricidad.
Cuando el mundo todavía estaba empezando a recuperarse del impacto económico derivado del Covid-19, la subida de los precios de la energía y las materias primas, impulsada por el contexto internacional, ha desembocado en un importante incremento del coste de la vida en prácticamente todos los países. Esta crisis inflacionaria, que en España alcanza ya niveles de 1985, tiene consecuencias directas sobre los consumidores, que ya advierten la pérdida de poder adquisitivo. Para conocer cómo percibe la ciudadanía esta situación y cómo se plantean afrontarla, Ipsos ha realizado una encuesta en 11 países, en colaboración con el Foro Económico Mundial, entre el 7 y el 18 de abril de 2022.
Los resultados revelan altos niveles de pesimismo económico entre los consumidores ante la situación actual. Así, una cuarta parte de las ciudadanía en estos países aseguran que les resulta bastante o muy difícil gestionar sus finanzas en la actualidad. Por su parte, en España, el 21% de la ciudadanía afirma tener muchas o bastantes dificultades económicas, mientras que un 36% dice que “se las arregla con lo justo”. Sólo un 8% asegura que vive cómodamente y 3 de cada 10 (33%) consideran que no les va mal.
El ocio y el turismo, los más afectados por la pérdida de poder adquisitivo
Este incremento de los precios, al tiempo que los salarios se mantienen sin cambios, provoca la progresiva pérdida de poder adquisitivo de los consumidores. En este contexto, a 8 de cada 10 personas en España les preocupa la subida general de los precios de los bienes y servicios, situándose así entre los países más preocupados. Además, el 61% teme no poder seguir comprando los mismos productos que hasta ahora ni pagar las facturas del gas y la electricidad.
Ante esta situación, los consumidores optan por modificar sus comportamientos para ahorrar dinero. Así, la mitad de la población española (50%) asegura que gastará menos dinero en ocio; el 40% declara que gastará menos en vacaciones, situándose, así como el segundo país, de los once analizados, en el que mayor porcentaje de personas declaran que reducirán su gasto en esta categoría, solo a un punto de Turquía (41%) y seguido muy de cerca por Francia y Canadá (39%).
Expectativas negativas: La población piensa que la tendencia al alza de la inflación se mantendrá
En vista de la situación, las expectativas de la ciudadanía son negativas. En todos los países analizados la gran mayoría de la población piensa que la inflación continuará creciendo durante el próximo año, siendo Gran Bretaña el más pesimista (85%). Por su parte, España es el país más optimista en este sentido, o al menos en el que vemos un porcentaje menor de ciudadanos que piensa que los precios seguirán aumentando, con un 71%.
Entre la ciudadanía española, las expectativas de aumento de los costes son mayores en categorías como la alimentación (77%), los gastos del hogar (73%), la luz y el gas (71%), el combustible (69%) o el ocio (67%). La población achaca esta subida a la situación económica global (82%), donde España junto con Francia y Gran Bretaña son los países que más señalan este factor; las consecuencias de la guerra en Ucrania (78%), los excesivos beneficios de las empresas (72%) donde junto con Francia (73%) son los dos países donde más población lo apuntan como culpable de la situación actual; la pandemia (70%) y las políticas del gobierno (69%). Pero, además de los precios, la ciudadanía espera también que en el próximo año se produzca un aumento de los impuestos (63%) y del desempleo (60%), siendo tras Turquía e Italia los países más pesimistas en este sentido.