Black Friday: De los años 50 a la actualidad
Black Friday: su evolución
Desde sus humildes comienzos en Filadelfia, hace unos 50 años, el "Viernes Negro" se ha convertido en un fenómeno de consumo global gracias a Internet y los medios de comunicación. La extravagancia de ventas se concibió originalmente como un día de chollos en las tiendas, que se realizará el día después del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, diseñada para iniciar la temporada de compras navideñas. De hecho, no fue hasta la década de los 90 cuando se convirtió en un evento nacional en los EE. UU. y hasta 2005, no superó al sábado anterior al día de Navidad como el día de compras más intenso del año. Pero desde entonces no ha parado de superar récords. En 2011, Walmart abrió sus tiendas la noche del Día de Acción de Gracias, rompiendo el toque de queda de la medianoche por primera vez. Hoy ya no es un sprint nacional de 24 horas, sino una maratón internacional de varios días amado por los medios impresionados por la velocidad y la expansión de su avance. Black Friday ya no es un evento basado en la tienda física como lo fue en sus orígenes, sino que por la naturaleza omnicanal que caracterizan a los consumidores actuales se ha extendido a cualquier canal de venta con que cuente la marca.
Cinco recomendaciones para triunfar
Cada año, el Black Friday nos proporciona nuevos aprendizajes. Fallar en una fecha tan destacada para los consumidores puede poner en riesgo tu marca. Aquí te dejamos nuestras 5 recomendaciones para llevar a cabo una campaña exitosa:
- Cuando se trata del Black Friday, la sobre planificación nunca está demás. Hay que determinar con anticipación qué productos o servicios vamos a promover, cuándo y cómo haremos la promoción, y cómo vamos a gestionar la entrega de los pedidos, de tal manera que sea ágil y efectivo para el comprador. En este punto la relación con los proveedores es de vital importancia, hay que trabajar muy de la mano con ellos para evitar sorpresas desagradables y reacciones no deseadas.
- La agilidad es clave. El Black Friday es un evento estresante, ya que resulta casi imposible predecir la demanda. Las redes sociales tienen la capacidad de difundir noticias (buenas o malas) con una velocidad alarmante. Puede movilizar a las masas para dirigirlas hacia las mejores ofertas y acabar con todas las existencias en cuestión de minutos.
- Gestionar la entrada de los consumidores en las tiendas físicas. Hoy en día el consumidor da mucha importancia a la experiencia de compra, si ésta se ve dañada por la masificación puede acabar ocupando los titulares de los medios y dañar la imagen de marca para el futuro.
- Capacidad logística extrema y ejecución principio a fin. La pequeña ventana de tiempo en la que se producen enormes descuentos puede generar una demanda sin precedentes y colapsar el funcionamiento habitual de las operaciones. Como la compra online tiene un papel tan crucial en Black Friday, las dificultades no son solo tener espacio suficiente para stock, entregas y pagos, sino capacidades de búsqueda web y servicios de contenido.
- Estar preparados para poner en marcha el plan de crisis. Los fallos operativos y la elevada exposición mediática a la que se ve expuesto este fenómeno, pueden dañar la reputación si no se resuelven con rapidez y eficacia.