A pesar del aumento de los fenómenos climáticos extremos, la movilización ciudadana por el cambio climático no crece
EDF presenta los resultados de un estudio de opinión de alcance innovador realizado por tercer año consecutivo por Ipsos en 30 países de los cinco continentes, que abarca dos tercios de la población mundial y en el que figuran los mayores productores de CO2. Cada año, EDF publica un informe de situación internacional sobre las opiniones, los conocimientos, las expectativas y los niveles de compromiso en relación con el cambio climático, como materia de reflexión y para contribuir a la búsqueda constructiva de soluciones para el futuro.
A pesar del aumento del número de eventos climáticos en 2021, el escepticismo climático ha tendido a crecer
Si bien se pensaba que la población mundial estaría cada vez más convencida de la existencia del cambio climático causado por la actividad humana -y el 66% está efectivamente convencido de ello-, en cambio se observa un crecimiento del escepticismo climático: el 31% en 2019, el 32% en 2020 y el 34% en 2021 (recordemos que los escépticos climáticos, tal y como los definimos en la encuesta, son los individuos que rechazan la realidad misma del cambio climático (9%) y los que, sin negar su existencia, creen que no está causado por la actividad humana (25%), es decir, el 34% de la población encuestada).
Sin embargo, el 77% de los habitantes del planeta creen que ya están viendo los efectos del cambio climático en su región, sobre todo en los países del Sur, siendo las olas de calor el fenómeno más observado (junto con la alteración de las estaciones en Europa).
El problema del clima sigue figurando entre las prioridades en cuanto a temores relacionados con el medio ambiente, y más de dos tercios de la población mundial se sienten preocupados (72%), en todas las generaciones. De hecho, el 30% de las personas se sienten enfadadas y el 26% desmoralizadas, según los resultados.
Sin embargo, la encuesta revela otros resultados que atenúan los efectos de esta conciencia:
- El clima comparte la sensación de emergencia ecológica con otras amenazas medioambientales (el problema de los residuos para el 46%, la contaminación atmosférica para el 40%).
- En algunos de los países más poblados, una gran parte de la población piensa que el cambio climático no sólo tendrá consecuencias negativas (53% en China, 45% en India, 48% en Nigeria).
- Algunos escépticos del clima (32%) no creen que estén viendo los efectos del cambio climático en su región, frente a sólo un 11% entre los convencidos.
El poder adquisitivo y la pobreza han vuelto a ser temas clave, sigue siendo deseable un giro económico a favor del medio ambiente
El tono de las preocupaciones actuales es económico y social. La cuestión del coste de la vida sube este año al primer puesto de las preocupaciones en los 30 países encuestados (52%, +5 puntos), a la par que Covid, que baja 7 puntos (la encuesta se realizó principalmente en septiembre, antes del inicio de la 5ª oleada de Covid). La pobreza ocupa el tercer lugar (47%, +2 puntos) y el sistema sanitario el cuarto (43%).
El medio ambiente no baja de categoría: en 5ª posición, con un 41%, no puede competir con las preocupaciones más cercanas a la vida cotidiana, pero supera al paro y a la delincuencia.
Una pequeña mayoría del 50% se declara favorable a dar prioridad al medio ambiente sobre el crecimiento y el empleo, mientras que el 35% haría la elección contraria y el 15% no se pronunció.
Optar por el medio ambiente es más común entre las personas más acomodadas y con mayor nivel de estudios. En contra de la creencia común, los jóvenes no son más proambientalistas o favorables al decrecimiento que sus mayores a escala internacional, aunque los menores de 25 años lo son un poco más en Europa.
Una de las razones que explican el relativo apoyo a la prioridad del medio ambiente es la impresión de que éste no destruye puestos de trabajo: sólo el 23% de los encuestados teme este resultado. En Europa, las opiniones están más divididas: El 47% de los noruegos, el 35% de los alemanes y el 33% de los suecos expresan este temor.
Las acciones a favor del clima siguen siendo poco efectivas y el cambio de estilos de vida está resultando difícil
No hay consenso sobre la idea de que un mero cambio en los estilos de vida ayudaría a combatir el cambio climático: lo comparten uno de cada dos habitantes del planeta (51%) y ha tendido a retroceder en los últimos 2 años (-2 puntos desde 2019).
Para el 69% de la población mundial, las palancas para resolver los problemas climáticos siguen siendo principalmente una cuestión de los gobiernos. Los consumidores consideran que actúan a su nivel (50%) y sólo el 45% piensa que les corresponde actuar.
En todo el mundo, las personas ya llevan a cabo una serie de acciones a diario: El 40% lleva a cabo cuatro acciones o más de forma sistemática, el 67% dos o más. Pero resulta que las acciones más habituales -seleccionar los residuos, comprar solo frutas y verduras de temporada, reducir los envases- no son las que serían más eficaces para luchar contra el cambio climático.
La falta de información es probablemente la responsable. Mientras que los ciudadanos son capaces de identificar correctamente (en un porcentaje superior al 80%) las emisiones de CO2 derivadas de la industria, las centrales eléctricas que funcionan con combustibles fósiles, el transporte y la deforestación, están menos convencidos del impacto de la calefacción y el aire acondicionado (65%, de los cuales el 21% "mucho"). En cuanto al papel que desempeñan la agricultura y la tecnología digital, parecen menos importantes (45% y 42% respectivamente).
A escala internacional, las medidas dirigidas a los coches son las que tienen una menor aceptación, especialmente en Europa. Por ejemplo, el 46% de los europeos piensa que es aceptable prohibir la venta de todos los coches nuevos que funcionen con gasolina o gasóleo en los próximos 15 años, frente al 58% a nivel internacional.
Asimismo, las medidas con impacto financiero son menos aceptadas: un impuesto sobre el carbono (52%), pero también los impuestos sobre los billetes de avión (48%).
Por otra parte, dos tercios de los encuestados aceptan tres medidas:
- Una ecotasa sobre los coches contaminantes (63%)
- Prohibir los vuelos de corta distancia cuando el ferrocarril sea una alternativa (65%);
- Obligar a los propietarios a aislar sus casas (61%).
Producción de electricidad: hacer todo lo posible para sustituir los combustibles fósiles
A nivel mundial, la acogida de las energías renovables como fuente de electricidad está muy consensuada (entre el 70% y el 90% según las tecnologías). En el otro extremo, el carbón sólo es aceptado por el 25% de la población mundial.
La energía nuclear y el gas se encuentran en una situación intermedia: pequeñas mayorías (51% y 49% respectivamente) desaprueban su uso, pero el 39% de los encuestados aprueban el uso de cada una de estas energías.
Cuando se trata de la necesidad de construir centrales de gas o nucleares "para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero", las opiniones se vuelven positivas con una puntuación superior al 60%.
Para Alexandre Perra, Director Ejecutivo responsable de Innovación, Responsabilidad Corporativa y Estrategia de EDF:
"Este estudio de alcance innovador realizado por Ipsos muestra cómo está evolucionando la percepción del cambio climático. También muestra hasta qué punto el reto -que está en el centro de la razón de ser de EDF- de conciliar la protección del planeta, el desarrollo económico y el bienestar individual, es un tema discutible en nuestras sociedades que tienen perspectivas a veces diferentes de una zona geográfica a otra. Aunque la mayoría de las personas interrogadas afirman saber cómo luchar contra el cambio climático, no siempre se identifican con claridad las acciones que deben llevarse a cabo en el día a día para luchar eficazmente contra las emisiones de CO2. Por ello, EDF está sensibilizando a sus empleados y clientes mediante herramientas digitales y acciones de inteligencia colectiva como el Climate Fresk para medir su impacto en el carbono y adoptar los gestos adecuados. Junto al papel central que desempeña el mundo empresarial, la movilización ciudadana es un factor esencial en la lucha contra el cambio climático que nos permitirá lograr una transición energética justa e inclusiva."
Según Brice Teinturier, Director General Ejecutivo de Ipsos en Francia: "Por tercer año consecutivo, el Observatorio ha servido de notable herramienta para comprender y actuar en la lucha contra el cambio climático. Este año ha deparado algunas sorpresas: en primer lugar, y a pesar del aumento del número de fenómenos climáticos extremos, la proporción de escépticos del clima ha aumentado a escala mundial, lo que demuestra que no existe una relación sistemática entre la aparición de estos fenómenos y la conciencia del origen humano del cambio climático o incluso de su propia existencia. Además, y en contra de lo que se suele creer, los menores de 25 años no atribuyen más prioridad al medio ambiente que sus mayores a nivel global, y sería erróneo describirlos como una generación más enfadada".
Los resultados son de libre acceso en www.edf.fr