Achica precio
Hoy en Punto de Vista, Javier Álvarez, director senior de Trends, nos cuenta sobre cómo la inflación está impactando en los hábitos de compra de los consumidores y qué estrategias deberían adoptar las marcas.
Los peruanos iniciaron el año con optimismo pero con los bolsillos vacíos. De hecho, la mayoría no ha recuperado su nivel de ingreso de la prepandemia; una buena parte de ellos recurrieron a sus ahorros para subsistir y, otro tanto, incluso se endeudó, compromiso que a la fecha debe seguir honrando. Como era previsible, la actual coyuntura inflacionaria terminó por mermar la frágil economía doméstica e indujo a los consumidores a modificar su dinámica de gasto e implementar una serie de acciones para sortear estos tiempos de alza de precios. Por su parte, las empresas vienen desarrollando e implementando una serie de estrategias comerciales que se ajusten a la situación actual, los mantengan en competencia e incentiven el consumo.
En los últimos años, el Perú se ha consolidado como un país sensible al precio y cazador de promociones. La población busca realizar compras inteligentes, más racionales y algo más reflexivas. Comprar más por menos es la consigna. El importe del producto o servicio es clave en la decisión de compra. Poco más de la mitad de los consumidores declara estar cambiando sus marcas por opciones más económicas. Otro aspecto importante es si la venta del producto viene acompañada de alguna promoción entre los que se prefieren los descuentos y el 2 x 1. Otros aspectos importantes son: la calidad, la marca y el tamaño o presentación del producto que tienen relevancia en algunas categorías más que en otras.
Un segmento de compradores, especialmente de NSE A y NSE B, que también comparan precios y las ofertas les jalan el ojo, comienzan a valorar un segundo grupo de aspectos que, aunque estén ubicados de media tabla para abajo en el ranking general, vale la pena mencionarlos porque comienzan a ser relevantes y reflejan cierta tendencia en el comportamiento de compra. Estos son: la atención brindada por el vendedor, los medios de pago disponibles, la rapidez del proceso de compra, el delivery a domicilio y los canales de venta (que tenga tienda física, venta en línea, entre otros; es decir, omnicanal).
Si entender y comprender el sentir del cliente siempre es importante, lo es más en estos tiempos de inflación. Existen espacios de oportunidad para conectar mejor con él. Por ejemplo, en la comunicación hacia los consumidores existen hoy algunas frases o palabras que podrían motivarlos más a comprar. En un reciente estudio de Ipsos, confirmamos que la palabra “ahorro” llama significativamente la atención, la gente quiere estirar el dinero en sus compras. No tiene pierde apostar por este concepto. Otras expresiones que funcionan muy bien son: “buen precio”, “precios bajos”, “liquidación” y “preciazos”.
Cuando nos referimos a promociones y descuentos: “las mejores ofertas”, “superofertas”, “ofertas imperdibles”, “descuentos exclusivos”, “te devolvemos un porcentaje de tu primera compra”. Todas son buenas opciones y despiertan interés. Recordemos que los peruanos esperan alternativas tangibles y de gratificación inmediata. Todas las expresiones listadas tienen un trasfondo de ahorro para el consumidor y gatillan para pasar de la atención a la acción, principalmente en rubros como alimentos y bebidas. Un concepto que debiera ser aprovechado por el canal moderno y el tradicional, ya que los compradores aseguran que registran el mayor aumento de los precios en las bodegas, seguidos por los supermercados y mercados de barrio.
El peruano es sensible al precio y espera ofertas en este sentido. Si bien le preocupa sobremanera el alza de precios, está dispuesto a pagar hasta un 10 – 15 % adicional por mantener el consumo de ciertas marcas en algunas categorías, pero en la mayoría de los casos la orientación es a economizar. El consumidor está reajustando su presupuesto, está priorizando productos esenciales y está buscando lugares más económicos para comprar. Queda claro que escuchar al consumidor es la clave para convertir la inflación en una buena oportunidad para el negocio.